En los años noventa, Mar Flores acaparó cientos de portadas de revistas, noticias de periódicos y horas y horas de tertulias de radio y televisión.
¿Los motivos? Por encima de su belleza o su trabajo como modelo, actriz y presentadora se priorizaron sus relaciones sentimentales: era una mujer joven y guapa que salió con algunos hombres muy conocidos.