Alexandra Rivera nos ofrece un libro que quiere ser, al mismo tiempo, una crónica de su vida familiar y una muestra de superación personal que pueda ser de utilidad y servir de ejemplo a otras personas que pasan por circunstancias afectivas similares.
La autora hace un ejercicio valiente de transparencia y sinceridad con la voluntad de compartir con el lector las duras situaciones sentimentales que, desde su juventud, ha padecido. Y demostrar, pues, que con una buena actitud y encontrando la pareja adecuada, es posible ser feliz. Un testimonio útil y de gran interés.