La literatura y el arte se unen en el nuevo libro de Julio Llamazares, uno de los escritores españoles más destacados de la actualidad «Mientras el mundo se desmoronaba, la naturaleza volvía a revivir igual que cada año al llegar la primavera.» En marzo de 2020, días antes de que toda España quedara confinada, el autor se instaló con su familia en una casa situada en la sierra de los Lagares, cerca de Trujillo, en Extremadura. Allí estuvieron, como los personajes del Decameron, recluidos durante tres meses en un lugar que les regaló la primavera más bella que vivieron nunca. Durante ese tiempo, la naturaleza, preservada de la intervención humana, se llenó de luz, de colores brillantes y de animales en libertad, mientras la tragedia de la pandemia se extendía implacable. Y es que la vida, pese a todo, consigue abrirse paso entre las grietas de la realidad, por angostas que sean. En este libro se entrelazan dos lenguajes para narrar una primavera tan inesperada como cruel y hermosa: el de la prosa sugerente de Julio Llamazares y el de las evocadoras acuarelas de Konrad Laudenbacher, amigo y vecino del autor. Una vez más, como siempre ha ocurrido, el arte y la literatura aparecen para ofrecer consuelo y un conjuro que intenta detener el dolor del mundo. La primavera recobrada. La crítica ha dicho:
«Cada nuevo libro de Julio Llamazares es un acontecimiento. [Extremadura] se convirtió en un regalo inesperado que les hizo la naturaleza: una primavera tan bella que al autor le ha servido para escribir este libro, [...] una suerte de emociones que solo la literatura y el arte consiguen crear.»
Miguel Munárriz, Zenda «Julio Llamazares es un verdadero viajero: persigue un objetivo y regresa enriquecido de él.»
Cees Nooteboom «Julio Llamazares es, sin duda, uno de esos escritores que nos reconcilian con el ejercicio de la literatura.»
Aurelio Loureiro, Leer «Julio Llamazares sigue siendo un escritor especial, alguien capaz de mirar el mundo de otra manera.»
El Correo Gallego «Una primavera irreal y extraña, espectacular y hermosa, pero a la vez trágica. La fragilidad y la incertidumbre, las relaciones con la naturaleza y la necesidad de replantearse muchas cosas como individuos y sociedad centran el libro, ilustrado con acuarelas.»
Xesús Fraga, La Voz de Galicia «A Julio Llamazares, uno de nuestros escritores más honestos y versátiles, le gusta echarse al camino y contarnos lo que ve, escucha y siente. [...] Sus relatos viajeros filtran una prosa muy singular, lírica y exacta a la vez, y son, a mi juicio, de lo mejor que se ha escrito en España desde los presupuestos del género.»
José Luis Argüelles, La Nueva España «Llamazares siempre escribe igual cuando viaja, habría que añadir también que siempre escribe bien, sin arrogancia, desprejuiciadamente, con sentido del humor y con cariñosa indulgencia cuando retrata. Y tal vez sea ésa la clave [...]. El autor está enamorado de lo que describe y de lo que descubre.»
Andrés Barba, El Cultural «Una primavera trágica y hermosa, que combina su prosa ligera y poética con las evocadoras acuarelas de Konrad Laudenbacher, su amigo y vecino; [...] una primavera fantástica que disfrutó de principio a fin, a pesar de la inquietud y de los dramas que sucedían a su alrededor. Y ese contraste, pura representación de la vida, es lo que ha querido inmortalizar en estas páginas. [...] Una estación del año entera en primera línea.»
Clara Laguna, Traveler